La mayor tasa de mortalidad nos la encontramos en la primera semana de vida. La cría correcta tiene un impacto muy favorable en la supervivencia neonatal. Una adecuada va dirigida a realizar una atención exhaustiva durante el parto para reducir los mortinatos, controlar el parasitismo, reducir las enfermedades infecciosas, prevenir las lesiones, hacer una adecuada exposición al medio y una nutrición óptica de la madre y los recién nacidos.
Así mismo, una selección genética adecuada de los reproductores minimiza los defectos congénitos hereditarios. La reanimación neonatal se necesitará cuando:- La madre se encuentre anestesiada por procedimiento quirúrgico.
- Haya rechazo de los neonatos por parte de la madre.
- La madre no atienda de manera efectiva a los neonatos.
Una adecuada asistencia veterinaria en el periodo prenatal, en el parto y en post parto, incrementa la supervivencia neonatal en más de un 40 %.
La reanimación neonatal óptima implica el ABC de la reanimación cardio-pulmonar.
Antes de empezar con la reanimación neonatal debemos comprobar que el neonato no respira y no tiene latido cardiaco, ya que puede ser peligroso practicar una reanimación cardio-pulmonar enérgica si el cachorro respira o si el corazón late con normalidad.