La vacunación es un acto clínico, no se trata simplemente de administrar o pautar una vacuna que sacamos del frigorífico, sino que cada acto de inmunización se ha de establecer teniendo en cuenta tanto factores relacionados con el paciente (edad, raza, hembra gestante o no, estado inmunitario, etc.) como con la vacuna en sí misma (vacuna inactivada o atenuada, tipo de adyuvante, enfermedad frente a la cual se vacuna, expectativas de eficacia, etc.)